Batallando contra la carne

Versión en video: https://youtu.be/k7Ti4ncXcLs

Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. (Gálatas 5:16)

La vida cristiana es una batalla constante entre la carne y el Espíritu. La carne, con sus deseos egoístas y su inclinación al pecado, nos arrastra hacia lo que desagrada a Dios. Pero el Espíritu Santo nos llama a vivir en santidad, a rechazar lo que es de la vieja naturaleza, lo pasajero y buscar lo eterno.

El apóstol Pablo nos advierte en Romanos 7:23 sobre una ley en nuestros miembros que lucha contra la ley de nuestra mente y nos lleva cautivos al pecado. ¿Quién nos librará de esta lucha? La respuesta es clara: Jesucristo, nuestro Señor. Solo en Él encontramos la victoria sobre la carne.

El Señor Jesús nos enseñó que el que quiera seguirle debe negarse a sí mismo, tomar su cruz cada día y seguirle (Lucas 9:23). Esto significa que debemos someter nuestra voluntad a la de Dios y depender de su gracia para vencer los deseos que nos alejan de Él. No podemos vencer con nuestras propias fuerzas, pero sí con el poder del Espíritu Santo que habita en nosotros.

¿Cómo podemos vencer la carne? Andando en el Espíritu (Gálatas 5:16), esto es, buscar la comunión con Dios en oración, meditación en la Palabra y obediencia a su voz. También, renovando nuestra mente (Romanos 12:2). Para ello, debemos llenarnos de la verdad de Dios para que nuestra manera de pensar sea transformada. Su Palabra nos habla de huir de la tentación (2 Timoteo 2:22). Finalmente, recordando que somos de Cristo (1 Corintios 6:19–20). Jamás debemos olvidar que nuestro cuerpo y nuestra vida le pertenecen a Dios, y estamos llamados a glorificarle en todo.

El Señor nos ha dado todo lo necesario para vencer. Además, no estamos solos en esta lucha, pues Cristo venció en la cruz y nos ha dado su Espíritu para capacitarnos. Si caemos, corramos a Él en arrepentimiento, confiando en su perdón y restauración.