
Versión en video: https://youtu.be/-Xa92qbTTW0
Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, en cuyo corazón están sus caminos. (Salmos 84:5)
Cuando leemos este versículo, encontramos una verdad profunda: la verdadera fortaleza proviene de Dios. En un mundo que constantemente nos invita a confiar en nuestras propias habilidades, recursos y estrategias, el salmista nos recuerda que los bienaventurados (los bendecidos) son aquellos que han decidido depender completamente del Señor y no se apoyan en su propia prudencia (Proverbios 3:5).
Encontrar nuestras fuerzas en Dios significa reconocer no solo que por nosotros mismos somos débiles, sino que además, no podemos ir a otro que no sea Él para conseguir las fuerzas necesarias; porque es únicamente en Él que encontramos todo lo que necesitamos para seguir adelante. Como dice Isaías 40:31: “Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”.
Además, este versículo de Salmos menciona que en el corazón de estos bienaventurados están los caminos de Dios. Esto nos habla de una dirección clara: no seguimos nuestros propios senderos, sino los que Él ha trazado para nosotros. Cuando caminamos conforme a su voluntad, encontramos fortaleza, pero así mismo, paz, propósito y la seguridad de que Él nos guía en cada paso.
Mis hermanos, ¿dónde estamos buscando nuestra fuerza? ¿Estamos caminando en los caminos de Dios o en los propios? Confiemos en su fortaleza y permitamos que su dirección marque nuestras vidas.
Bình luận