top of page

La obediencia vale más que el sacrificio



Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente, el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey. (1 Samuel 15:22–23)


En este pasaje, el profeta Samuel confronta al rey Saúl por su desobediencia a Dios. A pesar de haber recibido instrucciones claras de destruir completamente a los amalecitas, Saúl decidió conservar lo mejor del ganado, aparentemente para ofrecerlo en sacrificio a Dios. Pero Samuel le recuerda algo fundamental: la obediencia a Dios es más importante que cualquier sacrificio o acto externo de adoración.


Muchas veces, podemos caer en la trampa de pensar que con lo que hacemos es suficiente para agradar a Dios, por ejemplo, asistir a la iglesia. Sin embargo, podemos dejar de obedecer otras cosas que Dios nos ha mandado en su Palabra y que sabemos que debemos hacerlas, pero no las hacemos, tales como, predicar el evangelio con todos los que nos rodean. No obstante, este pasaje nos enseña que Dios valora más la obediencia a su palabra que cualquier ritual o sacrificio que pudiésemos hacer en su nombre.


Saúl pensó que podía compensar su desobediencia con sacrificios, pero Dios busca un corazón obediente y humilde, no solo actos externos de devoción. La rebelión contra Dios, incluso en las pequeñas decisiones, es vista como algo grave a sus ojos, comparable al pecado de la adivinación y la idolatría, que son abominaciones para el Señor.


¿Estamos obedeciendo plenamente a Dios en todas las áreas de nuestras vidas? No se trata solo de cumplir con rituales religiosos o de hacer sacrificios, sino de tener un corazón dispuesto a seguir las instrucciones de Dios, aun cuando no las entendamos por completo o no parezcan convenientes.


La obediencia es una expresión de amor y fe hacia Dios. Él sabe lo que es mejor para nosotros, y su palabra nos guía a la vida en abundancia. Cuando somos obedientes, demostramos que confiamos en su sabiduría y en su soberanía sobre nuestras vidas.

0 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


bottom of page