No como el mundo
- hace 6 días
- 2 Min. de lectura

Versión en video: https://youtu.be/t0lURpeKuh8
Pero el pueblo no quiso oír la voz de Samuel, y dijo: No, sino que habrá rey sobre nosotros; y nosotros seremos también como todas las naciones. (1 Samuel 8:19–20)
En 1 Samuel 8 encontramos un momento crucial en la historia de Israel. El pueblo, cansado de depender de jueces y profetas para ser guiado por Dios, pidió un rey. ¿Su razón? “Queremos ser como las demás naciones.” No les bastaba tener a Dios como su Rey; deseaban parecerse a los pueblos de su entorno. Samuel, entristecido, llevó esta petición ante el Señor, y Dios le respondió algo impactante: “No te han desechado a ti, sino a mí, para que no reine sobre ellos” (1 Samuel 8:7). El problema no era simplemente querer un rey, sino el motivo detrás de ello: anhelaban imitar al mundo en lugar de confiar en el gobierno de Dios.
Hoy enfrentamos la misma tentación. En un mundo que dicta estándares de éxito, valores y prioridades, el pueblo de Dios muchas veces se deja llevar por la corriente. Queremos encajar, ser aceptados, no destacar demasiado. Pero Dios nos llama a algo distinto: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento” (Romanos 12:2).
El deseo de Israel de parecerse a las naciones los llevó a años de opresión, reyes corruptos y sufrimiento. Cuando imitamos al mundo en lugar de seguir a Dios, nos alejamos de su propósito y enfrentamos consecuencias que podrían haberse evitado.
Mis hermanos, respondamos con sinceridad: ¿Estoy buscando parecerme al mundo en mis decisiones, pensamientos o valores? ¿Estoy permitiendo que la cultura defina mi identidad en lugar de la Palabra de Dios?
Que el Señor nos ayude a no desestimar su gobierno con el fin de imitar al mundo y seguir su corriente.
Comments