Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. (Isaías 55:6)
Ayer hablaba sobre el buscar a Dios con todo el corazón. Puede que muchos de nosotros no sintamos un vivo deseo de hacer esto. Por esta razón, el día de hoy, quisiera presentarles 10 razones bíblicas para buscar a Dios.
1. Porque Dios es nuestro creador:
«Reconoced que Jehová es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos, y ovejas de su prado» (Salmo 100:3). Si queremos saber la razón por la cual fuimos creados a semejanza suya, debemos buscarle.
2. Porque nos ofrece salvación:
«Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido» (Lucas 19:10). Si bien Él nos buscó a nosotros, una vez que hemos sido hallados por su amor, no podemos dejar de buscarlo. Las siguientes razones justifican esto que acabo de decir.
3. Porque Dios es la fuente de la vida eterna:
«Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado» (Juan 17:3). Nuestro Dios es la fuente de la vida, y si queremos permanecer en vida nueva, debemos buscarle a diario.
4. Porque sin Dios no podemos hacer nada:
«Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer» (Juan 15:5). Si queremos no solo tener vida, sino que además, fructificar, entonces, debemos buscarle.
5. Porque Dios es nuestro refugio y fortaleza:
«Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones» (Salmo 46:1). ¿A quién otro podemos ir? Solo Él es el fuerte (Salmos 24:8), solo en nuestro Dios encontramos refugio (Salmos 91:1).
6. Porque Dios escucha nuestras oraciones:
«Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré» (Jeremías 29:12). Esto guarda relación con lo anterior. ¿A quién le vamos a orar? ¿A un ídolo mudo? ¿A un ser humano? ¡No! Sino solamente a Dios.
7. Porque Dios nos da paz:
«Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús» (Filipenses 4:7). Cuando el Señor Jesús se fue a los cielos, no se llevó su paz con Él, sino que la dejó acá (Juan 14:27), y si le buscamos a Él, entonces tendremos siempre esa paz.
8. Porque en Él encontramos verdadero gozo:
«Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre» (Salmo 16:11). No solo hay paz, seguridad, sino que además, hay un gozo inefable, que no se puede poner en palabras.
9. Porque Dios promete recompensar a quienes lo buscan:
«Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan» (Hebreos 11:6). Esto lo mencionaba ayer, en su naturaleza bondadosa, Dios nos premia cuando le buscamos, con todo lo ya mencionado.
10. Porque buscar a Dios nos transforma:
«No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta» (Romanos 12:2 NTV). En la medida que buscamos a nuestro Dios, iremos siendo cambiados a la imagen de su Hijo, nuestro Señor, y la vieja naturaleza irá marchitándose día con día.
Entonces, ¿cuál es nuestra excusa para no buscarle? Puesto que solo tenemos beneficios al buscar a Dios.
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