Versión en video: https://youtu.be/wBHgvF-6LSM
Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. (Efesios 5:15–16)
Amados hermanos, al comenzar este nuevo año 2025, somos llamados por la Palabra de Dios a reflexionar sobre cómo viviremos los días que tenemos por delante. El inicio de un año es como una hoja en blanco: cada decisión, cada acción, y cada palabra que pronunciemos irá llenando ese espacio con la historia que escribiremos. La pregunta es: ¿Qué historia queremos que cuenten nuestros días?
En la primera parte del versículo, el apóstol Pablo nos exhorta a mirar nuestra vida con diligencia, es decir, con cuidado, atención y propósito. Esto no se trata solo de hacer resoluciones, sino de preguntarnos ¿Estoy caminando de acuerdo con la voluntad de Dios? ¿Estoy dedicando mi tiempo y energía a las cosas eternas? ¿Estoy priorizando mi relación con el Señor Jesús? Este año, pidamos al Espíritu Santo que nos ayude a caminar con ojos abiertos, discerniendo su voluntad en cada decisión que tomemos.
Luego, el apóstol, nos dice: «aprovechando bien el tiempo». El tiempo es uno de los recursos más valiosos que Dios nos da, y una vez que pasa, no podemos recuperarlo. En este 2025, aprovechemos cada día para: Buscar al Señor Jesús temprano cada mañana. Como dice el salmista: «Por la mañana me presentaré delante de ti, y esperaré» (Salmos 5:3). También, invertir en lo eterno. Ya sea sirviendo en el ministerio, compartiendo el evangelio, o discipulando a otros, usemos nuestro tiempo para cosas que glorifiquen al Señor Jesús.
El versículo termina con: «porque los días son malos». No podemos ignorar la realidad: vivimos en tiempos difíciles, donde la maldad, el pecado y la desesperanza abundan. Pero esto no es motivo para temer o desanimarnos. Al contrario, es nuestra oportunidad para brillar como luminares en el mundo (Filipenses 2:15).
Entonces, hoy, al comenzar este nuevo año, hagamos un compromiso firme de vivir como sabios y no como necios. Decidamos aprovechar cada día para caminar más cerca del Señor Jesús, para amar con mayor profundidad, y para servir con mayor entrega. Caminemos con diligencia y aprovechemos bien el tiempo, confiando en que el que comenzó la buena obra en nosotros la perfeccionará hasta el día de su regreso (Filipenses 1:6).
댓글