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¡Ya no somos sus enemigos!



Porque si siendo enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. (Romanos 5:10)


¿Alguna vez se ha detenido a considerar lo que significa ser enemigo de Dios? No hablamos de una enemistad común, sino de una rebelión profunda en nuestro corazón contra el Creador. Cada pecado, cada pensamiento egoísta, cada acto de desobediencia nos separaba de Él. Éramos incapaces de buscarle, de agradarle, de amarle. Y si leemos Nahúm 1:2–6 vemos cómo actúa Dios para con sus enemigos. Sin embargo, ¿qué hizo Dios frente a nuestra enemistad? ¿Nos abandonó? ¿Nos destruyó como lo merecíamos?


¡No! Su respuesta fue la cruz. Cuando todavía éramos sus enemigos, Cristo murió por nosotros. ¡Qué declaración más grande! Su gracia no esperó que cambiáramos. Su misericordia no nos pudo dejar en una condición tan deplorable. Y finalmente, su amor se manifestó desde los cielos, y nos alcanzó cuando no había nada digno en nosotros de ser amado, de merecer su gracia ni su misericordia.


Mis hermanos, es que si esta acción inefable (que no se puede describir con palabras) no nos conmueve, significa que no estamos meditando demasiado en ello o no le hemos tomado el verdadero peso que tiene. Nosotros, miserables criaturas sumidas en pecado, fueron objeto de la gracia, misericordia, amor, perdón y bondad de Dios, ¡a pesar de que éramos sus enemigos!


Ahora, reconciliados por su sangre, ¿cómo no vivir en gratitud? ¿Cómo no responder a tan grande amor? Si en nuestra condición de enemigos nos dio la reconciliación, ¡cuánto más ahora nos dará salvación, fuerza y vida en abundancia!


Mis hermanos, ¿cómo estamos respondiendo al amor y la gracia de Dios en nuestra vida diaria? Hoy, dejemos que esta verdad penetre hasta lo más profundo de nuestros corazones: ¡Ya no somos enemigos de Dios, sino que somos hijos amados! Caminemos con gratitud y humildad. Y dediquemos un momento a orar y a agradecer a Dios por su gracia, bondad, amor y misericordia que nos mostró en Cristo, nuestro Señor y salvador. Versión en video: https://youtu.be/N1rUQ5bs2WQ

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